25.4.06

Juan Cebollas

Esta es la historia de Juan Cebollas,
de profesión: gilipollas.
Su vida era una eterna desgracia
pero a la gente le hacía mucha gracia.
No importaba qué hiciera, ni cómo, ni cuándo,
porque al final siempre la acababa cagando.
Su mísera existencia era patética
y su vida sexual más que hipotética.
Trató de ir de putas un buen día
y acabó en pelotas en comisaría.
Se jodió la mano con la puerta del horno
por cocinar mirando una revista porno.
Pero el colmo de su mala pata
en esta historia sin tapujos se relata.
Cansado de su vida se tumbó en la vía
a ver si le atropellaba un tranvía.
Pero mientras la muerte esperaba
sintió con dolor que la mierda apretaba.
Se metió tras una reja con un par de cojones
y allí mismo se bajó los pantalones.
Con tan mala suerte que a la primera intentona
un toro por el ano lo empitona.
Dolorido y con la mierda en la mano
descubre aliviado un frutal cercano.
Son naranjas, y coge siete;
una a una por el culo se las mete.
-Ya que voy a morir humillado
al menos dejaré al forense mosqueado.
Y de esta forma su vida acabó,
pues por el culo se desangró.

PD: Basado en hechos reales.

por la Herita Crau

1 comentario:

Artorius Magister dijo...

En la versión real el protagonista sobrevivió, pero sólo para poder dar parte a las autoridades y "El Diario de Patricia" de su peripecia rectal.