26.3.12

Los Jugos del Hambre, también llamados salsa

El Correo Troll se desplazó a Callao para cubrir la preview, promo, o como puñetas se diga de "Los juegos del Hambre". Aún no sabemos qué tal será la película, pero nos dieron ganas de sorberle (y lo hubiéramos hecho si la apreciable marea de homínidos nos lo hubiera permitido) el tuétano a la protagonista, encargada de dar la cara, y todo lo demás, para que esta película se haga un hueco en las despensas multimedia de todos los hogares y cope la trendy list del emule.

El caso es que durante el evento, en el que conseguimos afanar una camiseta, una libreta muy girlie y un pase de prensa (esperemos que hidráulica a lo Terminator), observamos que el fenómeno fan está convirtiendo al populacho adolescente en una masa ofensiva y degradada, llegando al paroxismo del grito, el desmayo y en algún caso el acoso verbal. Es tema ya conocido, lo sabemos, pero es que en esta ocasión uno, que es de piedra, pero a veces no lo parece, se ha sentido casi hasta mal al oir los gritos enfebrecidos de las fans del demonio cuando se despiporraban por abajo (según estudios contrastados por el laboratorio del Dr. Rhodes) sólo al ver en la gran pantalla las imágenes del protagonista, mientras que cuando salía la chica o el negro no se decía ni pío. Muy teenager todo, y muy jodido, amigos míos.

Resumiendo, que dimos nuevamente una imagen de pena ante la ilustre invitada (una perfecta desconodida, por lo demás, salvo para los más pajilleros de X-Men, que reconocerán en ella a la última Mystica de la patrulla Pepis), y nos dieron ganas de encargar un pedido de bombas fétidas tal para el próximo evento análogo que cada vez que una fan pierda los papeles y abra las fauces para chillar, le entre una arcada capaz de implosionar su vesícula biliar, píloro y diafragma de un sólo retortijón.
El Corresponsal Furgal, ante el muro de fans
El Corresponsal Furgal, ante el muro de fans
No entramos, y con eso ya acabamos, a valorar la acusada presencia de posters, cartulinas y otras boñigas en las que se veían referencias claras a la saga Crepúsculo y sus vampiros kalendorianos, porque al fin y al cabo todos tuvimos una carpeta llena de pegatinas de Sabrina, Samanta Fox y Marta Sanchez, pero deseamos un infierno especial en forma de piscina de vinagre y cuchillas de afeitar, para esta horda, y un día despejado para el francotirador que decida convertirse en el ángel de la muerte sobre la azotea de la Fnac. ¡Ururukaaaaah!

1 comentario:

Terrax dijo...

Lo del francotirador me ha llegado al alma.