Primero fue el cosplay, después... ¡el vivo!
Bueno, bueno. Quizás sea precipitado decirlo, pero que sepais que el Correo Troll, adalid de causas perdidas, peleará hasta el último momento por devolver a los Masters del Universo el lugar que se merecen (y que po contra a nuestra costumbre, no es la fosa séptica).
Quizás a algunos de vosotros, alegres mozalbetes, todo esto os suene a chino. Los masters del universo ya tienen solera, admitámoslo, pero creo que no han podido ser superados en cuanto a profundidad por ninguna otra serie de muñecos (ni siquiera los pokemon, que no hay por dónde cogerlos).
Tanto es así que hasta se ha hecho un videojuego para PS2 (ójala lo pasen a alguna consola con más proyección de futuro: He Man : Defender of Greyskull. ¡Vamos pallá!
No obstante, a lo que no renunciamos como prensa amarilla-bilis que somos, es a poner en solfa algunas de las mayores poagres de los He-Man, y que espero que vosotrolls, queridos lectores, aumenteis con vuestras vivencias eróticas personales. En concreto dos: Faker y Ninjor.
He-los aquí, frente a frente, He Man, y su ¿clon? ¿réplica? ¿compañero sentimentroll? Faker (nos confirman que la tentativa de llamarle Falsor perdió por un voto en el foro: el del que hizo la encuesta y único votante de la misma).
Según la serie, Faker era una creación de Skeletor que introdujo en el castillo Greyskull para confundir a los buenos.
Viendo el muñeco comienzan a plantearse las dudas. Demonios, ¿qué clase de daltonismo selectivo padecen en Eternia como para no distinguir ese horrendo tono verdoso del saludable tono carne de He-Man. Y si eso no es suficiente, ¿cómo es que le ha encargado He-Man (Faker) al mismo sastre que Skeletor su guardapechos (obsérvese que es igual que la pechera de Skeletor, o la de un eventual hermano butanero del ilustre malvado).
Desde el Correo Troll, tras una breve investigación y un largo proceso de imaginación degenerativa, hemos llegado al a conclusión de que lo que sucedió es que una de las remesas de monigotes de He-Man tuvo un accidente y mezclaron las pinturas que no eran con el plástico, de modo que salió esta tremenda poagre insufrible de ver. ¿Qué hacer con una partida de muñecos cromáticamente horrendos? Pues muy fácil, dices que es un nuevo malo, y de la manga te sacas que es un clon.
La única pega a esta teoría es que una versión realmente creíble de Falsor... perdón, Faker, no sería comercialmente viable. Por más que los niños estuvieran al tanto de que en realidad se trata de un malo distinto, los padres se andarían muy al loro de comprar un muñeco que fuera idéntico a todas luces al He-Man original. Y es que encima Faker pierde toda la gracia si no está He-Man de por medio, con lo cual es casi más un complemento del jefe de los buenos que un muñeco en si mismo. Resultado: una soberbia poagre.
Lo de Ninjor es otra historia. Obviando el hecho de que tiene una pegatina de una katana con una bufanda (muy anime) liá, un taparrabos de piel (¿quién sentó esa base para la moda masculina de Eternia?), y cinto, botas y guantes a juego con la pinta de un depravado violador o del Pirao, lo más lamentable es su nombre. Sí, todos los masters o casi tenían un nombre que decía a las claras, o al menos te ponía sobre la pista de sus habilidades... pero esto ya es demasiado. ¡Ninjor! ¡Venga, coño! Es que ya parece que te están tomando el pelo. ¿Qué sería lo próximo? ¿Copror, el señor de la mierda? ¿Uretror? ¿Pre-Puctor? En fin, tremendo tremendista.
p.d: y para que veais que lo del vivo va en serio, he aquí una imagen que os pondrá los pelos de punta.
3 comentarios:
Tú/vosotros lo que queréis es que vayamos hiperligeras de ropa. Pero, de verdad, los hombres en calzoncillos, así, cualquier hombre, es que no me llama la atención para nada
¡Por el Poder de Greyskull! ¡Me pido a Matenna!
Yo me pido man at arms y así reciclo las armaduras de cartón y de espuma que tengo por ahí... porque los gallumbos escocedores de peluche se los va a poner su santa madre.
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